«Llevo disfrutando de Internet desde 1995 cuando comencé a colaborar desarrollando el IRCd de la primera red popular de chat que se masificó en España: el IRC-Hispano. 

Desde entonces, han sido cientos los proyectos de Internet que he visto nacer y crecer con el afán de facilitar la forma en la que empresas y personas nos comunicamos digitalmente hasta nuestros días, donde difícilmente existe ya algún trámite que no podemos realizar online.

Sin embargo, a pesar de haber evolucionado tanto gracias a los avances tecnológicos, y al gran trabajo de tantos emprendedores del mundo de Internet, hay un problema que no sólo no hemos conseguido erradicar, si no que cada vez se está haciendo más grande y con más capacidad de generarnos problemas, y es que sigue siendo más fácil suplantar una identidad por Internet, que acreditar que eres quien dices ser.

Y para resolver este problema, nace la idea de Legalpin en 2015, con el afán de crear un mecanismo de identificación global que nos permita navegar, comunicarnos fehacientemente, y realizar transacciones por Internet sin miedo al fraude. Porque solo sin miedo se puede llegar lejos, y esa hemos querido que sea nuestra responsabilidad. Desde entonces, seguimos trabajando sin descanso para cumplir ese sueño inicial: hacer de Internet, un lugar más seguro».